Colaboración especial de David Ochoa @daviid8a
3 AM, el despertador suena, nos levantamos y ya no me parece tan mala idea habernos hospedado un poco más cerca de Temecula, nos alistamos, una taza rápida de café para despertar y nos ponemos en camino tomando el freeway; nos espera 1 hora hacia Temecula, donde es el punto de encuentro para nuestra aventura.
La ciudad de Temecula pertenece al Condado de Riverside, en el estado de California. Se encuentra en la mitad de camino entre San Diego y Los Ángeles tomando la I-15, es conocida por ser un valle viñedo y por sus diversos festivales, principalmente el “Temecula Valley Balllon & Wine Festival”. Mi relato tiene que ver con este último, se trata de un viaje en globo aerostático que realicé con mi pareja.
Después de mucho investigar costos y reviews me decidí por la compañía California Dreaming’ Ballon que tiene dos opciones:
- Paseo para ver el amanecer, el cual tiene un costo de 148 Dlls e incluye un desayuno ligero (frutas, pan, queso y bebidas).
- Paseo para ver el atardecer, con un costo de 268 Dlls (no sé si incluya algún alimento).
También tienen vuelos privados que tienen un costo más elevado, para ocasiones especiales, si quieres hacer algo más íntimo como pedir matrimonio.
Al momento de hacer la reservación, te envían un correo donde te informan la hora en tienes que presentarte y la dirección. Un día antes de tu reservación tienes que llamar a sus oficinas para confirmarla y así tener el lugar, de igual manera ellos te informan si por motivos de fuerza mayor tienen que cancelar el vuelo, por fortuna el nuestro seguía en pie.
Cuando llegas te reciben en el estacionamiento y te conducen a unas salas de espera hasta que llegue el momento de partir. Cuando es hora, te presentan a tu piloto (aprobado por la FAA) y subes a un carro de la compañía para dirigirte al área donde despegarán, el inflado y preparación del globo dura alrededor de 10 min y el vuelo un aproximado de 40, debo de admitir que la vista es hermosa y la experiencia de vivirlo en pareja, algo inolvidable. Una vez que aterrizas, te regresan al lugar donde empezó todo, para disfrutar de unas mimosas y un desayuno ligero.
Temecula está lleno de actividades para realizar después del vuelo, como catas de vino o recorrido por los viñedos. En conclusión, así como ver una aurora boreal, son de esas cosas que no puedes morir sin haber vivido la experiencia.